lunes, 31 de marzo de 2008

Ventajas económicas y sociales del alquiler

El mercado de vivienda residencial se caracteriza actualmente por precios de compra elevados que dejan fuera del mercado a muchos de los nuevos entrantes. El alquiler se configuraría como una buena alternativa de acceso a una vivienda si existiera un mercado de alquiler dinámico y amplio. Además de reducir el precio del acceso a la vivienda, un mercado de alquiler amplio ofrece otras ventajas:

Facilita el acceso a los colectivos con más restricciones presupuestarias, principalmente jóvenes y familias monoparentales, que no tienen medios para comprar una vivienda. Favoreciéndose así la emancipación de los jóvenes.

Propicia el aumento de la movilidad geográfica de los trabajadores. La carga impositiva en caso de cambio de vivienda y las restricciones de liquidez con que cuentan los propietarios de viviendas, generan, en algunos casos, impactos negativos en la flexibilidad del mercado laboral.

De hecho, la falta de viviendas asequibles es una de las principales razones para que el 80% de los parados se nieguen a cambiar de residencia ante ofertas de trabajo.

Permite disminuir el endeudamiento de las familias y, en consecuencia, el riesgo de una posible subida de los tipos de interés, al que numerosos compradores podrían no ser capaces de hacer frente. No hay que olvidar que el Banco de España ha llamado la atención sobre los riesgos del elevado nivel de endeudamiento de las familias en varias ocasiones.

Permite diversificar los riesgos financieros. Actualmente el 80% de la riqueza de las familias se encuentra concentrada en su patrimonio inmobiliario. La compra de una vivienda imposibilita invertir riqueza en otros recursos más rentables y más líquidos.

Facilita la elección de vivienda de los ciudadanos, adecuándola a las diferentes necesidades del ciclo vital. En la juventud se prefieren viviendas situadas en los centros de las ciudades, en la fase de la paternidad y maternidad se demandan viviendas más grandes y próximas a los lugares de trabajo y a los colegios; por el contrario, los mayores demandan viviendas más pequeñas y accesibles situadas en lugares tranquilos.

Una vivienda en alquiler permite una mayor reacción ante cambios en los ingresos de la unidad familiar. El coste de cambiar de vivienda cuando se reside en régimen de alquiler es menor que cuando se vive en una vivienda en propiedad.

La compra de una vivienda para alquilarla, en un mercado amplio y transparente, puede ser considerada como una inversión alternativa y atractiva para las familias que quieren diversificar sus ahorros. Un mercado líquido aumentará la calidad media de las viviendas en alquiler.

Puede animar a los propietarios de viviendas vacías a sacarlas al mercado del alquiler, aprovechando así parte del parque de viviendas que en la actualidad se encuentra ocioso. La incorporación en el mercado de un millón de estas viviendas supondría un incremento de más del 62% del mercado de alquileres.

La utilización de la vivienda vacía (utilizado como stock de inversión) como vivienda de alquiler permite un mejor aprovechamiento del stock de capital ya construido del país. Alternativamente, la mejor utilización de este capital puede permitir el desvío de recursos que ahora se destinan a vivienda hacia otros usos y sectores más productivos.

Permitiría desarrollar una política de vivienda más eficiente y solidaria. Una política basada en subvenciones al alquiler llegaría a un mayor número de familias y permitiría un ajuste más rápido a las necesidades de la población.

Un mercado de alquiler amplio facilita el acceso a una vivienda de los inmigrantes que llegan a nuestro país.

En definitiva, un mercado del alquiler amplio y transparente contribuye a mejorar la productividad del país: mejorarán las condiciones de acceso a una vivienda, aumentará la eficacia de la política de vivienda, disminuirá la tasa de paro al aumentar la movilidad geográfica, permitirá sacar al mercado las vivienda vacías y aprovechar parque ya existente, y permitirá una mejor asignación del ahorro de las familias hacia actividades más productivas.